De la estética de la imperfección de la vanguardia al “Fascinante Fascismo”:: idea, símbolo y arte como instrumentos de manipulación de masas en la estética nacionalsocialista

Nowadays, the extreme right political movements resurgence, whose success is partly consequence of some manifestations that could be considered as performative, are increasing in Europe. Employing a staging attitude to make them known, these skills are clearly used as tools into a provocative show. In this regard, these conducts could be related to The National Socialism regime manifestation of power, among other events that took place one century ago in Europe. It should be also referred the use of art as both communication and manipulation tool regarding their political discourse. It is striking to find that these situations are taking place at present in democratic countries. This paper proposes a revision on the III Reich aesthetics, referring to some cultural elements that were used to design its own appearance. In order to do this, they deconstructed and denigrated the fragmentary components from the previous avant-garde art, to construct their new totalitarian reality.En la actualidad, Europa asiste al resurgimiento de movimientos políticos de ultraderecha cuyo éxito se debe, en parte, a una suerte de manifestaciones que podrían considerarse performáticas. Un modo de darse a conocer utilizando la puesta en escena, con herramientas propias del espectáculo provocativo. Estas conductas podrían relacionarse con las manifestaciones de poder del régimen nacionalsocialista hace un siglo en el viejo continente. A ello hay que añadir la utilización del arte como herramienta de comunicación y manipulación para organizar su discurso. Que este tipo de actuaciones sucedan en la actualidad en países supuestamente democráticos llama poderosamente la atención. Este artículo presenta una revisión de cómo el III Reich se valió de la estética y de la referencia a determinados elementos culturales para construir su apariencia. Para ello, desmontaron y denigraron los componentes fragmentarios del arte de vanguardia previo, para erigir su nueva realidad totalitaria